Un fin de semana, Kelsey estaba cuidando de su casa. Sus padres y hermanos estaban fuera de la ciudad. Estaba un poco preocupada. No quería quedarse en su casa grande solo. Ella decidió ver la televisión y pedir una pizza. Llamó a Papa John’s y el empleado dijo que tomaría treinta minutos en llegar. Mientras miró la televisión, Kelsey oyó un ruido fuera de su ventana. Ella estaba asustada. Pero, se centró en la película. Cinco minutos más tarde, hubo otro ruido. El ruido era más fuerte esta vez. Miró por la ventana. No había nada. Pasó una hora, y la pizza aún no había llegado. Finalmente hubo un golpe en la puerta. Kelsey abrió la puerta, pero no había nadie allí. Ella dijo, “¿Hay alguien afuera?” No hubo respuesta. Ahora estaba aterrorizada. ¿Quién estaba afuera? ¿Dónde estaba el hombre con la pizza? Hubo un golpe en la puerta otra vez. Esta vez, Kelsey caminó fuera despacio. Miró a la derecha y la izquierda. Entonces ella olía a pizza. Con el rabillo del ojo, vio al hombre tirado en el suelo. Ella gritó. El hombre estaba muerto. Después, ella corrió a su casa y cerró la puerta. Unos minutos más tarde, hubo muchos golpes en la puerta. Ella abrió la puerta otra vez. Frente a ella era un hombre con una pistola apuntando a su cabeza.